sábado, 1 de diciembre de 2012
Oaxaca
Se ubica al sur del país, en el extremo suroeste del istmo de Tehuantepec. Colinda con los estados de Guerrero al oeste, Puebla al noroeste, Veracruz hacia el norte y Chiapas al este. Hacia el sur posee casi 600 km de costa en el Océano Pacífico. Por su extensión, es el quinto estado más grande del país y ocupa el 4,8% de su superficie total. Alberga una rica composición multicultural donde conviven más de 16 grupos étnicos.
En la actualidad la Constitución Política de Oaxaca reconoce la existencia de quince pueblos indígenas con sus culturas propias.
GASTRONOMÍA
Para comer en Oaxaca, ni ganas se necesitan. Con la comida oaxaqueña, el gusto entra por ojos, nariz y garganta; pero si alguien no lo creyera, todo es cuestión de abrirle el apetito.Y para abrir el apetito que tal una copita de mezcal, y aquí que si el refrán aquel de "para todo mal, mezcal y para todo bien también" no es oaxaqueño debería serlo, a juzgar por la pulimenta que han alcanzado los artesanos de este agave sensacional. Mezcal aparte, un bocadillo que más vale apenas probar, para no quedarse sin los guisos fuertes de después. Chapulines doraditos, empanadas de amarillo, salsita de gusanos de maguey, totopos, quesillo, chorizo bien frito o memela con asiento. Mejor ahí le paramos porque si el comensal no se previene, es posible que entre tanta botana acabe botaneando sin poder comer más.
De la mesa regional y ya para entrar en calor, lo más probable es que el estómago sea estimulado con un buen caldo de guías de calabaza, espinazo hecho en tomate, mole en todas sus variedades: amarillo, coloradito, verde, almendrado y chichilo, incluyendo mole negro, que merece probada aparte. Además de los moles, imposible hacerle el feo al estofado o unos chiles rellenos y para completar unos tamales en hoja de plátano.Claro que ello no evita el que de pronto aparezcan por allí una sopa de ejotes con chepil, o de garbanzo y frijol tostado y molido, un caldillo de nopales, continuados con otros moles, tal vez el manchamantel o el coloradito.
Con el chocolate, rigurosamente molido en metate, como debe ser, y agua o leche, queda un espumoso brebaje que puede ser ingerido frío o caliente.Hay también unas aguas de Casilda, que no son filtro de brujería para el amor, sino para quitar la sed, y que se hacen de horchata con tuna y nueces, de chía, de limón rallado, etc.Y si de postres se trata, aquí no hay pero que valga. Si la gloria está en los cielos, la repostería de Oaxaca es uno de sus anticipos. No en vano adquirieron gran refinamiento en los conventos.En el colmo de la gula, para acabar de demostrar la finura de sensibilidad, la delicadeza cultural del alma oaxaqueña, están las nieves vueltas sorbete o leche quemada con tuna.
Con el chocolate, rigurosamente molido en metate, como debe ser, y agua o leche, queda un espumoso brebaje que puede ser ingerido frío o caliente.Hay también unas aguas de Casilda, que no son filtro de brujería para el amor, sino para quitar la sed, y que se hacen de horchata con tuna y nueces, de chía, de limón rallado, etc.Y si de postres se trata, aquí no hay pero que valga. Si la gloria está en los cielos, la repostería de Oaxaca es uno de sus anticipos. No en vano adquirieron gran refinamiento en los conventos. En el colmo de la gula, para acabar de demostrar la finura de sensibilidad, la delicadeza cultural del alma oaxaqueña, están las nieves vueltas sorbete o leche quemada con tuna.
TRADICIONES
LA GUELAGUETZA
La del “Lunes del Cerro” es la máxima fiesta de los oaxaqueños, que se celebralos dos últimos lunes de julio. Se trata de una ancestral tradición con raíces prehispánicas relacionada con las ceremonias de agradecimiento a los dioses por las buenas cosechas.
La Guelaguetza congrega en el Cerro de Fortín delegaciones de todas las regiones del estado, las cuales brindan lo mejor de sus productos, sus vestidos, su música y sus danzas. En el hotel Camino Real podrá disfrutar, todos los viernes por la noche, una recreación de este evento.
EL DÍA DE MUERTOS
El 1 y 2 de noviembre se celebra en Oaxaca el Día de Muertos, y es costumbre poner altares en las casas, dedicados a los muertos, y adornar con flores de cempasúchil las tumbas en los cementerios.
LAS CALENDAS
Menos conocida pero muy vistosa es esta fiesta que se hace para anunciar la llegada de la Navidad. Está dedicada a los padrinos del Niño Dios, responsables de llevarlo en procesión desde su casa hasta el templo del barrio. Los feligreses preparan un carro alegórico para realizar un desfile que concluye en la Catedral.
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